Miguel Cutipa y Paolo Rossi, egresados de Ingeniería Industrial, resultaron ganadores en la Platinion Hackaton organizada por el Boston Consulting Group (BCG) ,con sede en Santiago de Chile, durante el 6 y 7 de octubre. Pese a que cada uno postuló de forma individual, ambos se enteraron de esta competencia por anuncios en redes sociales como Facebook, Instagram y Linkedln, por lo que al descubrir que esta experiencia se daría en el exterior, no dudaron en intentarlo sin imaginar qué es lo que conseguirían juntos.
El reto que planteaba este concurso giraba en torno al tema de la movilidad, por lo que, desde diferentes perspectivas, debían formular soluciones a algún problema específico de la región. Así, cuentan que el proceso de selección de competidores fue mediante la web a través de preguntas sobre sus experiencias profesionales, motivación personal, conocimiento sobre la temática del concurso y el Currículum Vitae. Narran que después de ser admitidos por separado, supieron que ambos habían postulado. De hecho, desconocían que trabajarían en equipo, porque la organización de los grupos se dio aleatoriamente.
Diseñaron un MVP: “Robynhood Advisor”, esta plataforma busca empoderar a los pequeños empresarios en América Latina al posicionar su existencia y servicios en los lugares turísticos menos conocidos. Su objetivo no es solo promover sus negocios, sino también dar a conocer nuevos lugares turísticos a los visitantes. Detallan que, por ejemplo, en el Perú, ciertos lugares se encuentran potenciados por agencias multinacionales con accesos a recursos de marketing, lo que invisibiliza a los locales pequeños que no cobran el mismo poder dentro del mercado.
Con esta estrategia, lograrían visibilizar sus negocios, apelando a otras ofertas turísticas basadas en lo ecológico o local. Además de beneficiar a estos emprendimientos, también contribuirían a que el turista pueda acceder a otras opciones más económicas o que les resulte llamativa con el fin de redistribuir los diferentes espacios a conocer. Por ello, la aplicación consta de una parte dedicada a los empresarios, quienes creaban su cuenta a partir de preguntas detalladas acerca de lo que ofrecen, en dónde se ubican y posibilidades de crear publicaciones para publicitarse. La otra parte está dedicada a los clientes, quienes son categorizados de acuerdo con lo que buscan.
Explican que los equipos estaban conformados por cuatro personas, sin embargo, ellos eran un grupo de tres a quien se les unió David Portella, quien era un ingeniero de software peruano que había vivido toda su vida en Chile. La tensión durante esos días fue fuerte, pero había que pensar en algo pronto. Paolo era el programador, Álvaro se encargaba de modelar el negocio y David, quien asumió el rol de consultor. El primer día se encargaron de diseñar el aplicativo y el segundo de refinar detalles, además de preparar la presentación, pues esa parte del puntaje pesaba un 60% en el que se debía vender la idea.
Dentro de los desafíos que afrontaron, comentan que, en primer lugar, fue delimitar el tema. Todos habían trabajado previamente en áreas de logística, por lo que partieron de esa premisa para pensar en la propuesta y en el impacto tecnológico y viable que querían alcanzar. Además, explican que el tiempo limitado jugaba en contra cuando buscaban priorizar las actividades y pasos a seguir para mejorar cada versión, no obstante, su organización fue eficiente por lo que lograron alcanzar el objetivo.
A partir de esta experiencia, a ellos les gustaría seguir aprendiendo en estos espacios de competencia y que, incluso, piensan unirse para formar algún proyecto en conjunto que sea escalable. Si bien ambos son ingenieros industriales, estas competencias les permiten formarse, adicionalmente, en desarrollo de software o ciencia de datos, lo que les favorecerá en reafirmar sus conocimientos técnicos en favor de generar impacto en la sociedad.