Tras la huella profunda del magma: Angela Castro estudiará su doctorado en la Universidad de Heidelberg

10/12/2025

Nuestra ingeniera geóloga fue admitida a uno de los centros de investigación más prestigiosos de Europa, donde busca reconstruir la historia geológica de la pluma mantélica de Galápagos, un proyecto que combina metodologías innovadoras y un compromiso genuino y riguroso con la comunidad científica.

Cuando el paisaje despierta vocaciones

“Siempre supe que estudiaría algo relacionado a la ciencia”, asegura Angela Castro Morante al recordar el origen de su pasión por la geología. Aunque es una de las 10 carreras con mayor tasa de deserción en nuestro país, nuestra egresada descubrió su vocación desde muy joven, durante los viajes por carretera que compartía con sus padres.

Lejos de abrumarse por los largos trayectos, Angela disfrutaba contemplar las grandes montañas que cubren nuestro territorio: guardaba una especial curiosidad por la naturaleza y sus fenómenos. Fue así que fácilmente ‘conectó’ con la geología.

“Terremotos, cadenas montañosas, volcanes: todo lo que pasa alrededor de la Tierra, la geología lo explica, es como resume Angela su elección.

Y la PUCP estuvo a la altura de sus expectativas. Desde la crucial base en cálculo, física y química de Estudios Generales Ciencias hasta las aulas de su especialidad, donde —en apenas su primer curso— estimuló aun más su pasión, gracias a la Dra. Silvia Rosas, directora de la carrera de Ingeniería Geológica en nuestra universidad.

“En cada clase, ella nos trasladaba a un nuevo lugar. Implantó esa curiosidad que necesitas para estudiar esta carrera”, rememora.

Maestros que encienden nuevas rutas

Estar rodeada de docentes que compartían su entusiasmo por la especialidad le permitió entrar al mundo de la investigación. Angela agradece especialmente a su asesor de tesis de licenciatura, el Dr. Lisard Torró, quien le dio la oportunidad de profundizar en la exploración académica con su trabajo “Texturas y composición de la turmalina hidrotermal en el distrito de Chacaltaya, Bolivia”.

A partir de esta investigación, Angela obtuvo la beca de la Fundación Carolina para estudiar su maestría en Geología Aplicada a Recursos Minerales en la Universidad de Granada, la cual —además de un enfoque investigativo— también tenía una arista aplicativa sobre los recursos minerales: cómo investigarlos, cómo se encuentran y cómo extraerlos.

Aunque naturalmente pensó que su doctorado también estaría centrado en los recursos minerales, Angela —en sus palabras— revela: La vida me llevó a otro camino.

Alemania no es un destino nuevo para ella. Durante su etapa de pregrado, participó de un programa de intercambio en este país, impulsado por la propia Dra. Rosas. Y allí fue testigo en primera persona de que se hallaban a la vanguardia en geología.

“Me pareció que estaban súper avanzados en cuanto a métodos de análisis mineralógicos. Tienen una base bastante extensa de geología”, relata Angela.

Un viaje al corazón profundo

En la Universidad de Heidelberg, la más antigua en Alemania y reconocida por ser de las mejores en investigación en todo Europa, nuestra egresada fue aceptada al programa de doctorado de Ciencias de la Tierra, donde va a trabajar un proyecto enfocado en la evolución temporal de plumas mantélicas, utilizando geocronología y geoquímica en zircones en rocas máficas asociadas al hotspot de Galápagos.

“El tema es complejo”, confiesa antes de explicarlo. Angela busca reconstruir la historia profunda de la pluma mantélica de Galápagos, una especie de “fábrica de magma” que, desde las entrañas de la Tierra, ha dado origen a las islas oceánicas y a una de las regiones geológicas más fascinantes del planeta.

Para entender cómo ha evolucionado este punto caliente a lo largo del tiempo, Angela estudiará zircones —minerales diminutos, pero extraordinarios— que funcionan como cápsulas del tiempo capaces de revelar la edad y las condiciones en las que se formaron las rocas máficas asociadas al hotspot.

Su proyecto no solo permitirá entender mejor la dinámica interna de la Tierra, sino también cómo estos grandes eventos magmáticos han influido en la evolución del planeta.

Mujeres abriendo sendas geológicas

Sin embargo, independientemente del rigor científico y los métodos de análisis nuevos que aprenderá en el camino, para Angela, este es también un viaje profundamente personal: continuar un camino de investigación que la apasiona, trabajar con una mentora mujer y latina a la que admira, la Prof. Dr. Yamirka Rojas-Agramonte, y proyectar un futuro en el que pueda regresar al Perú para inspirar a nuevas generaciones.

La representación es importante, porque nos demuestra a nosotras mismas que sí se puede hacer ciencias de la tierra siendo mujer”, asegura.

“Muchas veces se cree que las mujeres no podemos ir al campo o que es más difícil para nosotras, pero mi experiencia dice que en realidad no es así. Yo siempre doy el ejemplo de mi coordinadora Silvia Rosas: ella ha sido una referencia para mí”, añade.

Aunque su futuro tras culminar el doctorado aún no lo define, gracias a su experiencia como jefa de práctica en nuestra universidad, Angela también se imagina enseñando: “Me gusta cuando un alumno entiende, cuando un alumno le gusta un tema, cuando te pregunta”.

Sabe que en su especialidad todavía son minoría entre las demás ingenierías, pero nos explica que, mediante la geología, podemos desde prevenir desastres hasta identificar dónde encontrar recursos minerales. Es un campo clave para la economía, la seguridad nacional, el medio ambiente e incluso el patrimonio cultural.

Así que su consejo para aquellos que desean dedicarse a la vida académica es directo: “Si de verdad la investigación es tu pasión, debes seguir ese tema”, sentencia. Tener referentes a quienes admirar y con los que puedas visualizarte, agrega, es clave para vencer las voces que repiten que la investigación no es un camino rentable.

A puertas de empezar su doctorado en Europa, con un contrato de investigadora asegurado y aprendiendo de la mano de una referente en su campo, Angela nos demuestra que la curiosidad de una niña viajando por la carretera puede —con determinación, perseverancia y dedicación— llegar a responder los grandes misterios de la Tierra.