Mónica Abarca, la ingeniera que impulsa tecnología con impacto social

05/06/2025

Mónica Abarca es ingeniera mecatrónica y docente PUCP, pero también una emprendedora que ha logrado materializar sus ideas en proyectos con impacto real. Desde sus primeros años en la universidad, comprendió que su camino en la ingeniería no solo sería técnico, sino también social, desafiante y profundamente transformador.

Cuando era estudiante, Mónica fue una de las dos únicas mujeres que se graduaron de su promoción, compuesta por más de 20 alumnos. “Tuve la suerte de desenvolverme bien en un entorno donde predominaban los hombres”, recuerda. Aun así, reconoce que “no siempre es así para todas”, y por ello insiste en la importancia de generar ambientes con mayor diversidad: “Eso también ayuda a tener mejores soluciones y un mejor desarrollo”.

Sus primeras prácticas universitarias la llevaron al sector minero, primero en oficinas y luego como ingeniera de campo en una mina. “Me tocaba dar instrucciones a técnicos con mucha experiencia. Al inicio fue complicado, salir con esa fuerza y valentía, pero la comunicación fue clave para generar consenso sin imponer”, señala. Esa experiencia le mostró que era posible abrirse paso sin renunciar a su estilo de liderazgo.

Uno de los hitos que marcó su formación fue participar en una simulación de vida en Marte organizada por The Mars Society en el desierto de Utah, Estados Unidos. Junto a otros estudiantes peruanos, formó parte de la primera tripulación nacional en esa estación análoga. “Esa experiencia me hizo pensar que podía hacer cosas distintas, de mayor envergadura”, cuenta.

Con una visión de startup

Más adelante, su proyecto de tesis sobre un dron para monitorear la calidad del aire la motivó a postular a una beca de Concytec para estudiar en Singularity University, en Silicon Valley. Fue seleccionada junto a otro ingeniero peruano. “Ahí entendí cómo la tecnología puede convertirse en una solución con impacto real, cuando se une con una visión de emprendimiento”, comenta.

A su regreso al Perú, fundó qAIRA junto a Carlos Saito, ingeniero aeronáutico que es clave para el crecimiento técnico, Javier Carlo-Pérez, inversor y socio de qAIRA, y Francisco Cuellar, profesor PUCP. Este startup ya lleva más de nueve años en el mercado desarrollando soluciones tecnológicas para mejorar la calidad del aire. Hoy lidera un equipo de 15 personas y continúa enseñando en la universidad, acompañando a futuras generaciones de ingenieras e ingenieros. “Me da gusto ver que muchas chicas hoy lideran grupos, aportan ideas y están presentes en los laboratorios. Si alguna tiene miedo, es labor de los docentes animarlas a sacar esa voz interior”, sostiene.

#PorMásMujeresSTEM

Sobre el rol de las mujeres en la ciencia y la ingeniería, Mónica es clara: “Las mujeres investigadoras están haciendo cosas impresionantes, consiguiendo financiamiento internacional, dándole nuevas miradas a los problemas. Es clave que sigamos reduciendo las brechas”.

A las jóvenes que hoy estudian ingeniería, Mónica les deja un consejo esencial: “Busquen oportunidades que les cambien el rumbo. Atrévanse, intenten, fallen, pero aprendan. Porque con ese aprendizaje, la siguiente vez lo harán mejor”.