Camila Céspedes, estudiante de Ingeniería Biomédica PUCP – UPCH, narra su experiencia como mujer dentro del campo STEM e invita a las jóvenes a esforzarse por seguir sus metas y aportar con sus proyectos.
La joven que estuvo a punto de postular a la carrera de Medicina hoy no teme decir que tomó una buena decisión al elegir su profesión. Camila junto a su compañero de clase Esteban Rolando Avilés, y bajo la orientación de su profesor Etsel Lemy Suárez , diseñaron un prototipo que ayudaría a prevenir una de las enfermedades más complejas hasta la actualidad. Ella participará en la feria “Mujeres STEM que inspiran” de este jueves 24 de agosto y reflexiona sobre la importancia de arriesgarse en el mundo de la ciencia y la ingeniería.
¿En qué consiste tu proyecto?
Es un dispositivo híbrido pasivo de microfluídica para la separación de células cancerígenas en la sangre con el fin de detectar tempranamente el cáncer de mama. Este proyecto permitirá que se controle el flujo de la sangre por medio de inyecciones de gravedad y de un líquido amortiguador ingresados en un chip.
A partir de esta distinción, estas serían almacenadas en tubos de muestra, lo que favorece un análisis posterior de la presunta enfermedad en la paciente.
¿Cómo te iniciaste dentro de este proyecto?
En el curso Proyectos de Diseño de la especialidad de Ingeniería Biomédica PUCP – UPCH a la que pertenezco, nos propusieron la microfluídica como tema central. Con mis compañeras quisimos relacionarlo con problemáticas de salud en el país, por lo que, después de investigar, notamos que una de las principales causas de mortalidad de las mujeres se relaciona al cáncer de mama.
El proyecto se fue construyendo a lo largo del ciclo, por medio de un plan de trabajo, investigación de metodología para llegar finalmente al prototipado.
¿Qué tan difícil ha sido introducirse al mundo de la ciencia?
Para las mujeres, introducirse a las carreras STEM aún es un desafío. Sin embargo, este proceso ha sido llevadero gracias al apoyo de mis padres y de la especialidad, especialmente de las doctoras Fanny Casado y Suyeon Kim, quienes siempre nos promueven a involucrarnos en proyectos. Son un ejemplo a seguir para mi formación.
¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando con otras mujeres en el mundo STEM?
Yo formo parte de la organización Women in Engineering (Mujeres en Ingeniería), con quien he tenido la oportunidad de compartir con compañeras de diferentes especialidades en la ciencia e incluso de facultades de letras. Ha sido reconfortante encontrar este espacio, se genera un espacio de sororidad y unión, porque, finalmente, nos damos cuenta de que todas estamos en la misma lucha.
¿Qué le dirías a tu yo del colegio que aún no estaba segura si estudiar ingeniería?
Le diría que no tenga miedo de explorar un mundo nuevo. Mi yo de secundaria entró a la carrera con miedo, pero la persona que soy ahora es más consciente de que este es su camino. Tengo objetivos claros e intereses, me gusta la investigación académica y estoy determinada a luchar por dedicarme a ello.
¿Cuáles son las expectativas para el proyecto?
Estamos investigando mejoras para el dispositivo. Si lo conseguimos, nuestra meta es publicar la investigación en algún portal académico por medio de un paper.
¿Qué les aconsejarías a las jóvenes de Estudios Generales Ciencias que desean involucrarse en el mundo STEM?
Sé que es difícil, pero no dejen de luchar por sus sueños. Siempre habrá obstáculos, pero, al final, lograrán conectar con la línea que desean seguir en su carrera lo que les terminará dando una motivación a su formación universitaria. No teman buscar oportunidades, asistan a charlas, conversen con sus profesores, nunca se sabe qué oportunidad les puede cambiar la vida.