Andrea Portocarrero, miembro del equipo SEMA PUCP, nos narra su experiencia como mujer al introducirse en el mundo de la tecnología.
La estudiante de Ingeniería Industrial apasionada por el mundo automotriz nos cuenta sobre los objetivos que ahora se plantea el proyecto SEMA PUCP. Así, Andrea, quien también participará en la feria “Mujeres STEM que inspiran”, relata como su paso en la agrupación ha aportado a su crecimiento profesional y personal al lado de otras jóvenes con las mismas afinidades.
-Cuéntanos, ¿en qué consiste el proyecto SEMA PUCP?
Esta iniciativa surgió en el año 2017 y se propuso crear un auto desde cero con asesoría de profesores para participar en el Shell – Eco Marathon, evento que impulsa la creación de vehículos con eficiencia energética. Yo integro el equipo desde 2022, cuando se reanudaron las convocatorias posterior a la pandemia.
Actualmente, nos encontramos en el tercer prototipo, comenzamos con un cartón prensado y ahora trabajamos con fibras de vidrio. Estamos buscando optimizar el motor y planeamiento de piezas, entre otras tareas propuestas. Trabajamos estudiantes de diferentes especialidades de ingeniería, incluso con miembros de la Facultad de Arte.
-¿Cuál es tu función dentro del equipo?
Yo formo parte del equipo de Gestión. Me encargo de la selección de talento, relaciones públicas y contabilidad. También, genero estrategias para el patrocinio y auspicio del auto.
–¿Y qué metas vienen ahora con SEMA PUCP?
Estamos en búsqueda de competencias locales, aspiramos a tener mayor presencia en este rubro como uno de los representantes del país frente a Latinoamérica.
-Desde tu experiencia, ¿qué tan difícil ha sido introducirse como mujer en el mundo de la ciencia y la ingeniería?
Cuando cursé Dibujo Mecánico, descubrí que me apasionaba el área automotriz. Por ello, cuando me enteré de SEMA PUCP, una de mis metas fue formar parte de su equipo. Siempre se dice que a las mujeres nos cuesta aprender, yo quería demostrar que eso no era cierto. Decidí luchar por lo que quería y ahora soy practicante en el rubro que me apasiona, lo que me permite seguir creciendo y aportando en el proyecto.
-¿Cómo ha sido trabajar junto a mujeres tanto estudiantes como profesoras en este proyecto?
Muchas compañeras ya nos habíamos conocido de vista, sin embargo, cuando nos juntamos, nos dimos cuenta de lo que podíamos lograr entre todas. Nos sentíamos cómodas de mostrar nuestras perspectivas y conocimientos. Nadie se minimizaba y, más bien, empatizamos unas con otras al exponer nuestras ideas abiertamente para contribuir al proyecto.
Estar rodeada de chicas increíbles que se encuentran en la misma situación que tú frente a un ambiente predominante de hombres, permitía que la imaginación fluya. Cuando estoy con ellas, mi confianza se eleva, pues somos nuestro propio soporte. Voltear y ver todo lo que hemos logrado juntas es mi mayor satisfacción.
-¿Qué le dirías a las estudiantes que buscan introducirse en el mundo de la ciencia?
Atrévanse. Jamás se queden con la duda, ya que de las pequeñas decisiones se pueden generar grandes cambios. Si tienen curiosidad, láncense a investigar más y forjen su camino, les aseguro que valdrá la pena.