“Romi” es el nombre del chatbot de la startup Coproyecta, emprendimiento tecnológico por el que han apostado más de 50 empresas en Perú, Ecuador, Colombia y Estados Unidos, y que es liderado por nuestro estudiante de Ingeniería Civil, Martín Velasco.
Durante el segundo trimestre del 2020, las ventas en el sector inmobiliario cayeron debido a la paralización de la economía. Ahora bien, para la Cámara Peruana de Construcción, ya en este nuevo año, el crecimiento en el área superaría en 7% al anterior. Además, apenas en marzo se obtuvo la mayor cantidad de ventas de casas registradas en Lima (1,406) desde octubre del 2020, según la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI).
La reactivación económica gradual, la flexibilización de las tasas de interés, así como la adaptación a los recursos digitales fue clave para la recuperación del sector inmobiliario, según declararon expertos en diferentes medios. Este último recurso fue enormemente aprovechado por nuestro alumno de Ingeniería Civil, Martín Velasco Ormeño, quien innovó con la creación mediante inteligencia artificial de un agente inmobiliario: el chatbot Romi.
Martín se describe como una persona que ha intentado desarrollar una diversidad de proyectos, y que ha fracasado en el intento. Es un emprendedor innato: no pone límites a sus ideas y no permite que los tropiezos definan su camino. Fue así que pudo dar vida, persistir y fortalecer su proyecto Coproyecta, una startup del área inmobiliaria que se gestó en el año 2018 mediante un concurso de la Red Equipu, un semillero de emprendedores.
La idea, sin embargo, nació un año antes de manera fortuita. Por un año y dos meses, Velasco estuvo trabajando en el Museo Nacional de Arqueología, hasta que fue trasladado a una obra de proyecto multifamiliar en Jesús María en el 2017. Allí, tuvo que tomar el puesto de vendedor inmobiliario ante la ausencia de la persona encargada. Aunque se trataba de una experiencia nueva para él, la interacción con el cliente le agradó.
“Vi que había un montón de cosas por mejorar en las ventas. Yo mismo comencé a investigar. El marketing digital recién estaba tomando fuerza. Me capacité, y empecé a hacerle su trabajo de publicidad a esta empresa. Me fue súper bien y me pidieron replicar lo mismo en otros proyectos como asistente del gerente comercial”, recuerda Martín. Fue un auspicioso comienzo, aunque no libre de desafíos y retos que lograría poner a su favor.
Debido a su juventud, algunas personas dentro de la empresa cuestionaban su capacidad y toma de decisiones. Entonces, para poder actuar con mayor autonomía, Velasco comenzó a trabajar por su propia cuenta. Su exjefe dio buenas referencias sobre él a otras empresas y, poco a poco, pudo asentar su propuesta de marketing digital. Así, tras una buena recepción local, alcanzó a pasar fronteras y formar alianzas con reconocidas firmas a nivel continental.
“El jefe me tenía mucha confianza, así que me comenzó a recomendar con otras empresas. Creamos una empresa de marketing digital para inmobiliarias y, de ahí, comenzamos a hacer el material publicitario. Esa empresa se llama Coproyecta y es la madre de todo. Comenzamos a tener clientes internacionales, tuvimos como aliados a OLX para todo Latinoamérica, con RE/MAX también”, relata nuestro alumno de Ingeniería Civil.
“Mi equipo y yo fuimos elegidos como mejor startup universitaria en el año 2018. Presentamos unos lentes de cartón para recorridos virtuales inmobiliarios que permitían mejorar la experiencia del cliente en la caseta de ventas a precios módicos”, relató Velasco a CIDE PUCP. Fueron ganadores del Laboratorio de Emprendimientos de E-quipu en dicho año, y se estaban preparando para ser parte de la próxima generación en Startup Perú.
Sin embargo, paralizada la economía y con dos miembros del equipo abandonando el proyecto y llevándose todo el capital fue como afrontó Coproyecta el inicio de la pandemia por la COVID-19. Martín confiesa que, si bien dicha situación fue inicialmente desalentadora, él junto a sus otros dos socios, Jean Jaime Farfán y Diego Higinio, buscaron oportunidades para continuar con su emprendimiento, así como adaptarse a la nueva normalidad.
Ante la imposibilidad de continuar con los recorridos tradicionales con los lentes de cartón por la inmovilización social obligatoria, Martín y su equipo decidieron cambiar el modelo de negocio con el que venían trabajando y con el que habían logrado posicionarse en el sector inmobiliario tanto local como internacional. Fue así que durante el complicado periodo de la cuarentena desarrollaron un agente totalmente digital: el chatbot Romi.
Romina López García, mejor conocida como “Romi”, tiene 30 años, es limeña, madre de dos hijos y ha estudiado la carrera de Gestión. Aunque se trata de un chatbot creado a través de inteligencia artificial y es 100% digital, Martín destaca que el producto no es un software más, sino una vendedora virtual. No se busca reemplazar al agente humano; por el contrario, la apuesta es mejorar la productividad del personal de ventas al iniciar el proceso.
“Nosotros no buscamos nunca reemplazar al vendedor presencial, porque nadie va a comprar su casa a un robot, puesto que es la compra más importante en la vida de las personas. Lo que buscamos hacer es ayudar a los vendedores a utilizar mejor su tiempo, hacer un primer filtro, tener una mejor experiencia de los clientes, pero nunca buscamos reemplazarlos, es una asistente para ellos también”, aclara Velasco.
“Entrevistamos a muchos agentes y sacamos lo mejor de cada uno para obtener el mejor flujo posible. Nosotros usamos la inteligencia artificial para identificar palabras claves, para hacer seguimiento, y para que aun con una pregunta abierta el sistema pueda responder. Nosotros ahora estamos en la etapa de entrenamiento con el mensaje, vamos en buen camino”, cuenta Martín respecto a todo el trabajo previo para la creación de Romi.
Esta agente virtual cuenta con un gestor de la relación con el cliente (CRM por sus siglas en inglés) que ayuda a analizar la interacción con el público, anticipar necesidades y deseos, optimizar la rentabilidad y personalizar campañas de captación de nuevos clientes; un agendador virtual, así como un lead scoring, el cual mide el interés del usuario. Ya son más de 1200 los clientes que han interactuado con Romi.
Antes de la pandemia, Martín y su equipo estaban buscando dónde incubarse para poder fortalecer Coproyecta. La incubación de empresas es un servicio que le da apoyo a los negocios durante sus etapas iniciales para que se desarrollen, empoderen y crezcan. A partir de su participación en E-quipu, ya habían entablado conversaciones con CIDE PUCP. Y aunque la cuarentena retrasó el proceso, finalmente a fines del año pasado se concretó.
“Entre diciembre y enero del 2020, Katherine Huacamayta de CIDE PUCP me comenta que van a lanzar un programa para incubar empresas sin necesidad de estar postulando a Startup Perú. Me dijo que solamente quieren apoyarme y verme crecer”, detalla nuestro alumno. Agradece por todas las diferentes herramientas que le brindaron para fortalecer su negocio, y reconoce el valor que tiene su empresa por el respaldo de nuestra universidad.
“Me fue súper bien con ellos, me han dado muchísima mentoría, muchísimo apoyo. Siempre el decir «Vengo con el respaldo de la PUCP» a cualquiera empresa del Perú es un plus, y más aún si eres una startup, decir que la PUCP te está apoyando es un motor; por lo menos, te escuchan, marca la diferencia”, destaca Velasco. Coproyecta forma parte de la primera generación de Nexum, el servicio especializado de incubación de empresas PUCP.
Martín confía en que, con todas las capacitaciones, herramientas y su propio espíritu emprendedor e investigador, tanto Romi como Coproyecta seguirán en crecimiento. Actualmente está participando en un programa del Banco Mundial para la aceleración de microempresas en todo Latinoamérica. Si bien ahora está sumergido en el sector inmobiliario, su intención es incursionar y aprender en diferentes áreas: avanzar sin límites.
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