Conversamos con el Prof. Enrique Solano, PhD. por la Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil, director del grupo de investigación “”Quantum Technologies for Information Science (QUTIS)””, en la Universidad del País Vasco en Bilbao, España, y egresado de nuestra especialidad de Física.
Cuéntenos sobre su trayectoria académica y de investigación.
La maestría de Física la estudié parcialmente en la Universidad de París VI en Francia y la completé en la PUCP. Mi tesis doctoral la hice en óptica cuántica en la Universidad Federal de Río de Janeiro en Brasil. He trabajado como investigador varios años en el Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica en Garching y en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, Alemania. Además, he sido profesor visitante en la Macquarie University en Sídney, Australia, la Universidad Técnica de Múnich, Alemania, la Universidad de Shanghai, China, y he recibido el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Ricardo Palma de Lima en Perú. Desde el año 2008, soy director del grupo de investigación “”Quantum Technologies for Information Science (QUTIS)””, www.qutisgroup.com, en la Universidad del País Vasco en Bilbao, España.
¿Nos podría hacer una reseña sobre sus actuales investigaciones?
Nuestras líneas de investigación evolucionan a través de los años desde la óptica cuántica y la información cuántica hacia la simulación cuántica, la computación cuántica, la inteligencia artificial cuántica, la biomimética cuántica y las tecnologías cuánticas en general. QUTIS es un grupo investigador altamente creativo y proactivo, con colaboraciones en los cinco continentes. Además, tenemos un gran impacto de nuestras ideas originales en los mayores laboratorios académicos y tecnológicos del planeta. QUTIS es un think-tank de prestigio mundial con resultados muy influyentes en los mayores laboratorios de computación cuántica como los de Google e IBM.
¿Qué es un computador cuántico y/o la computación cuántica?
Un computador cuántico es una máquina de cómputo que reemplaza la unidad de la información clásica, que es el bit, por un bit cuántico ó qubit (del inglés “”quantum bit””). El bit puede adquirir el valor de “”0″” ó “”1″”, mientras que el qubit permite la coexistencia de ambos con distintos pesos en sus amplitudes de probabilidad. Para poder tener acceso a la computación cuántica con estos qubits hay que domesticar el mundo microscópico de los átomos y los fotones, que son las partículas cuánticas de la luz. Últimamente, han surgido otros soportes físicos para la computación cuántica que son más complejos pero a la vez mejoran las condiciones necesarias, me refiero a los circuitos superconductores que requieren trabajar a temperaturas cercanas al cero absoluto. Mi grupo de investigación es líder mundial en estas plataformas pioneras que están recibiendo atención e inversiones millonarias de las grandes empresas tecnológicas como Google, Intel e IBM.
¿Qué es la supremacía cuántica? ¿Cómo están relacionados?
La supremacía cuántica es la posibilidad de que un día, posiblemente muy pronto, podamos hacer un cálculo, un cómputo o un descubrimiento científico haciendo uso de los computadores cuánticos, de tal manera que ni todos los supercomputadores clásicos del planeta puedan reproducirlo. En ese momento, habremos cambiado la historia de la ciencia, del conocimiento y de la computación. Simplemente, los computadores cuánticos abrirán el camino a nuevas fuentes del saber que nunca podrían haberse obtenido de otra manera. Esto es apasionante, como en las mejores películas de la ciencia ficción pero en la realidad. Y lo más maravilloso es trabajar todos los días desde hace décadas acompañando, descubriendo y creando en estos temas. Es un sueño hecho realidad cada día que pasa, es la vida de un investigador del siglo XXI.
¿Cuáles son las aplicaciones y/o la importancia de éstos? ¿Qué es lo que permitirían?
La computación cuántica es simplemente la punta del iceberg de las tecnologías cuánticas que, también, incluyen a la simulación cuántica, la comunicación cuántica y la metrología cuántica. Estamos trabajando en todas ellas en paralelo, y mi grupo es pionero en otra fusión de la computación cuántica con la inteligencia artificial y la vida artificial. Trabajamos para combinar los comportamiento biológicos e inteligentes con los fundamentos de la física cuántica. Queremos resolver problemas importantes en el diseño químico de nuevos materiales y medicinas, queremos hacer simuladores de problemas de altas energías y física nuclear que eviten experimentos costosos, queremos establecer mecanismos de comunicación cuántica con métodos criptográficos máximamente seguros, queremos resolver problemas asociados a la complejidad computacional en economía, en turbulencia, en mecánica de fluidos, en diseño, y en muchos otros campos inexplorados.
SOBRE LA PUCP Y LA FACULTAD
¿Qué es lo que más atesora de lo aprendido en el pregrado en la Facultad de Ciencias e Ingeniería?
Recuerdo con cariño mis cursos de física cuántica, de electromagnetismo y de relatividad especial y general. También, mis cursos de ingeniería mecánica antes de cambiarme a física. Por ejemplo, los cursos de estática, dinámica y resistencia de materiales. Eran muy difíciles, pero logré percibir el arte del diseño, de la captura de la complejidad mediante la simplicidad del modelo y muchas discusiones maravillosas y creativas con mis compañeros y amigos. Han pasado muchos años y mi memoria es mala. Pero me recuerdo siempre andando por el campus de la PUCP, conjeturando, proponiendo, diseñando y creando todo el tiempo posible. Me recuerdo como en una burbuja donde sólo existía yo y el universo estético y físico a mi alrededor, la historia de la ciencia y las mayores mentes de la humanidad, recuerdo todo como en un aleph de Borges, todo con una cierta aura mística y, por dentro mío, una curiosidad infinita, una voracidad creativa y una necesidad de expresarme estética y científicamente que sólo siento crecer con los años.
¿Qué fue lo más valioso, aprendido aquí, que le facilitó desarrollarse en el extranjero?
Aprendí muchas cosas en la PUCP que me fueron muy valiosas para mi desarrollo intelectual y profesional en el extranjero. Primero, la capacidad competitiva, segundo, la resiliencia emocional y, por último, el alto nivel de educación científica y creativa. También, hubo cosas importantes que no aprendí o no pude aprender por falta de madurez. El resto lo hace el individuo, su familia, su entorno amical, sus sueños y sus fantasías. Tal vez, lo he dicho pocas veces o, simplemente, no me hacen caso cuando lo digo, pero siempre me he sentido primero que nada un artista, después un científico y, finalmente, un emprendedor. Lo último, se va moviendo lentamente hacia el mundo empresarial con el gran avance de las tecnologías cuánticas, pero cada cosa tiene su momento y su evolución. Al final, me llevé al extranjero algo que a muchos peruanos nos sobra y es la respuesta creativa ante la adversidad.
¿Qué consejos les daría a los estudiantes quienes están interesados en investigar?
Cada investigador y cada mente creativa es única y especial. Y para descubrir nuestros talentos hay que exponerlos a otros investigadores más experimentados. Para eso, hay que unirse a grupos creativos tanto en la PUCP, en el Perú y en el mundo. La investigación es el descubrimiento y diseño de cosas que no existen, es muy parecida al arte y la competencia es a nivel mundial y a nivel histórico, no a nivel local. Un investigador está conectado con el planeta y con la historia, con el espacio y con el tiempo. Y tiene que trabajar y desear ser el primero, el creador más original, el mejor innovador, el primero en todo lo que produzca. Si no se acepta el juego de la investigación con esas variables, por más que suene egoísta e infantil, mejor ni comenzar porque no se llegará lejos y la competencia no descansa nunca.
[:]