“”Con el algoritmo logramos un registro de los fragmentos sin variabilidad, es mucho más preciso””.

17/06/2016

Conversamos con el Dr. Benjamín Castañeda, docente de nuestra Facultad, sobre la reconstrucción de modelos 3D de vasijas de cerámica, utilizadas por la cultura Mochica, en base a fragmentos encontrados en el Sitio Arqueológico de San José de Moro, en el departamento de La Libertad, usando algoritmos computacionales, investigación que, recientemente, ha sido aceptada por la revista internacional indexada “ELSEVIER: Digital Applications in Archaeology and Cultural Heritage”.

 ¿Cómo nació el proyecto?

Bueno, ya se había trabajado con la cultura Mochica, específicamente, se buscaba estimar cuál era la salud estructural de las huacas y, a partir de esta interacción, es que se presenta este nuevo problema, que es un caso muy particular porque, normalmente, no se encuentran tantas Paicas o vasijas enteras. Contamos con una base de 35, lo que permitió haber desarrollado con mayor facilidad el algoritmo propuesto.

Me imagino que la interdisciplinariedad ha sido importante en este proyecto. ¿Qué instituciones han participado?

Participaron el Laboratorio de Engineering & Heritage, de la especialidad de Ingeniería Civil, también, el Laboratorio de Imágenes Médicas y el Laboratorio de Arqueología de San José de Moro. Los autores de la investigación son Fernando Zvietcovich, Luis Navarro, Julio Saldaña, Luis Jaime Castillo y quien les habla.

Podría brindar un marco general del proyecto

El propósito del proyecto es entregar a los arqueólogos información que no tenían, la cual es muy importante ya que permite encontrar la cantidad de personas que frecuentaban un lugar específico a través de la estimación de cuantos litros de chicha se podía almacenar en las Paicas, en las vasijas. Estimando el volumen de litros de chicha, bebida religiosa para los Moche, almacenada se puede conocer, sobre todo, por la cantidad de litros, cuántas personas habitaban, en un momento determinado, dicha región. El problema es que, normalmente, las vasijas donde se guarda la chicha no se encuentran enteras, sino que, en sitios arqueológicos, se encuentran fragmentos. Así, lo que se ha desarrollado es una manera de, a partir de los fragmentos, reconstruir, tridimensionalmente, las vasijas.

¿Cómo se logra esto?

Este procedimiento se logra a partir de los fragmentos y, además, del conocimiento de las pocas vasijas que se han podido rescatar enteras, de las cuales se genera una base de datos con la cual podemos comparar los fragmentos de los sitios arqueológicos. Se ha creado algoritmos que se transforman en implementaciones de software. Los algoritmos se dedican a procesar información que viene de imágenes y, en este caso particular, la generan los escáneres 3D o, también, por fotogrametría.

Específicamente, ¿cuál es el proceso?

Empezamos por la base de datos. En sitios arqueológicos, como San José de Moro, se pueden encontrar vasijas enteras que han sido parte de entierros y, como tal, son las que mejor se han conservado, así, han sido digitalizadas a través de una técnica de fotogrametría y se genera una reconstrucción. Son vasijas que se forman de manera simétrica, por rotación, nosotros extraemos un solo perfil y es con ese con el que trabajamos la base de datos de 35 paicas. Por otro lado, en el campo, te encuentras fragmentos, estos son digitalizados por un escáner laser, preferimos este sobre fotogrametría, en tanto da mayor precisión, además que, en el caso de las vasijas enterradas, es más complicado utilizar el escáner laser por la geometría de la vasija y el terreno donde se encuentre.

Bueno, el fragmento se digitaliza y, automáticamente, se genera un perfil, esto, de por sí, ya es un avance porque los arqueólogos, normalmente, lo registran manualmente pero, con este método, se logra de manera automatizada, a partir de la digitalización. Antes, tenías a varias personas haciendo el mismo fragmento a mano con resultados distintos y, ahora, tienes a las mismas personas usando el escáner láser y el algoritmo con la diferencia que ya no existe variabilidad,  el registro es mucho más preciso. Con ese perfil del fragmento estimamos cuales de las que pertenecen a la base de datos se parecen más y hacemos un Análisis de Componentes Principales, luego, estimamos el resto, hacemos una revolución, se genera el sólido y calculamos el volumen.