Gracias a su inagotable labor como emprendedora social, Giannina Honorio Heredia, ingeniera industrial PUCP, es protagonista —junto a otras 49 destacadas e influyentes profesionales— de la edición de junio de la revista Forbes Perú.
En un país en el que, según la Sunedu, apenas 3 de cada 10 estudiantes de ingeniería son mujeres, Giannina combina innovación, impacto social y compromiso con la diversidad para demostrar que las mujeres no solo pueden ser exitosas en la ingeniería, sino también ser agentes de un cambio real en la vida de las poblaciones más vulnerables.
Responsabilidad, gratitud y un mayor compromiso. Así tomó Giannina la noticia de ser nombrada como una de las 50 mujeres más poderosas de nuestro país. “Me llevó a reflexionar sobre la falta de oportunidades que todavía enfrentan muchas mujeres en el Perú”, confiesa.
Este panorama de desigualdades, precisamente, la condujeron hacia la Ingeniería Industrial. Porque Giannina sabía que no bastaba con buenas intenciones para transformar el mundo: se necesita estrategia y análisis crítico. Un amor y compromiso por su profesión que la impulsó a combinar sus grandes pasiones: la ingeniería, el emprendimiento social y la tecnología.
Junto con el enfoque humanista que le otorgó la PUCP, hoy lidera cuatro empresas no solo de rigurosidad ingenieril, sino también con propósito social: Certificadora Inclusiva Yapaykuy, IncluEdu, Tinnitus Perú y el dispositivo Kon Monitoreo Ambiental.
En Yapaykuy, promueve la certificación de instituciones en prácticas inclusivas que abarcan desde la igualdad de género hasta la accesibilidad laboral, mientras que en IncluEdu usa la IA para enseñar más de 300 lenguas de señas, una iniciativa pionera en Latinoamérica.
Además, mediante Tinnitus Perú, que emprendió en 2017, ha mejorado la calidad de vida de miles de peruanos a través del tratamiento del tinnitus (silbido o zumbido en uno o ambos oídos) y la pérdida auditiva con audífonos medicados con tecnología avanzada.
“Emprender con impacto no es solo competir en el mercado, es también competir contra la indiferencia, porque no vendes solo un producto, vendes una causa; y muchas veces eso significa romper status quo”, confiesa tomando como ejemplo Yapaykuy, donde promueven la inclusividad como regla y no como excepción.
Esta valentía e inteligencia para desafiar el sistema en su compromiso por construir un Perú (y un mundo) más igualitario le ha permitido ser reconocida también dos veces por el CONADIS con el premio nacional “Inclusión y Discapacidad”.
“Hemos demostrado que podemos hacer negocios con sentido social, porque hemos persistido en momentos donde era fácil rendirse. Tomamos el dolor de la exclusión y lo convertimos en plataformas, certificaciones, en oportunidades reales para quienes históricamente han sido ignorados”, explica.
Giannina, en sus más de 10 años de experiencia apostando por la tecnología al servicio social, sabe que quienes tienen el deseo de contribuir en la reducción de desigualdades deberán afrontar muchos retos, pero asegura que las oportunidades son aún mayores. Especialmente para sus colegas femeninas.
“Van a haber muchos obstáculos, pero sigan avanzando y busquen la ayuda y aliados necesarios. Sean creativas, resilientes y determinadas. Porque la sociedad las necesita. La PUCP las necesita. El Perú las necesita”, culmina con una sonrisa optimista.