Nuestra ingeniera civil fue admitida al Master in Management de la Technical University of Munich (TUM), un programa especializado en la gestión de proyectos de ingeniería. Primera universitaria en su familia, Dayana ha forjado un camino de perseverancia que combina excelencia académica, liderazgo social y experiencia en megaproyectos de infraestructura.
Determinación. Esa es una de las cualidades que mejor describen a Dayana Pauccar Navarrete. Porque desde el pequeño colegio de su barrio, estudiar en la PUCP parecía, en sus propias palabras, un sueño: “no teníamos tantas oportunidades a la mano”.
Apuntar a la mejor universidad del país, en una familia que no había logrado acceder a educación superior, antes de ser un limitante, se volvió una motivación: gracias a un esfuerzo conjunto, logró ingresar a la PUCP, inicialmente en la especialidad de Física, una de sus materias favoritas desde muy joven.
Sin embargo, su interés por vincular el conocimiento con un impacto tangible en la sociedad la llevó a dar un giro hacia Ingeniería Civil. “No dejé mi pasión por la física, pero encontré en la ingeniería una forma de aplicar mis habilidades en proyectos que transforman ciudades y comunidades”, recuerda.
Nuestra universidad se convirtió en un espacio decisivo para su crecimiento, incluso más allá de lo académico: se integró a la asociación estudiantil Vías PUCP, participó en actividades culturales con la Orquesta Salsa PUCP; y también fue parte del CAPU (Centro de Asesoría Pastoral Universitaria), donde —desde una mirada laica— halló un entorno de respeto y servicio social. Estas experiencias marcaron su perfil profesional: “Las habilidades blandas que desarrollé en estas agrupaciones me abrieron puertas en entornos laborales altamente competitivos”, afirma.
A ello se sumó el apoyo institucional. El bono de alimentación y el financiamiento para concluir el idioma portugués avanzado fueron más que beneficios: significaron un respaldo decisivo para que pudiera continuar y culminar sus estudios con éxito.
Su título, sin embargo, no marcaba el fin, sino el inicio de nuevos desafíos y oportunidades. En el 2022, Dayana fue seleccionada para el programa Aspire Leaders Program —impulsado por profesores y personal de Harvard University— que convoca a jóvenes de todo el mundo con vocación de liderazgo social; y cuyo principal requisito es ser la primera generación de su familia con educación superior.
“Ser el primer eslabón en la educación universitaria de tu familia conlleva la responsabilidad de ser referente para otras personas que puedan tomar eso como inspiración”, explica Dayana. Recibió clases, mentorías, pero lo más valioso —considera— fueron las conexiones globales que cultivó con profesionales que compartían ese mismo compromiso social. Así, desarrolló una propuesta de capacitación gratuita en gestión de proyectos de mediana a gran envergadura para estudiantes, consciente —tras haberlo vivido— de la falta de oferta y oportunidades para prepararse en el rubro.
Su primer acercamiento directo en la gestión de proyectos la vivió durante tres años, en la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, participando en la supervisión de obras tan complejas como la nueva pista y el terminal en construcción. Un desafío a nivel nacional sin precedentes y que la consolidó en esta especialización.
Hoy, se desempeña en la consultora internacional WSP, donde gestiona proyectos de infraestructura hospitalaria y otros de gran envergadura. Su mirada interdisciplinaria integra conocimientos de ingeniería, arquitectura, mecánica y aspectos legales, siempre con el objetivo de brindar soluciones sostenibles y efectivas.
Con esta sólida experiencia, Dayana supo que era momento de elevar su perfil: una maestría dirigida específicamente en la gestión de proyectos en ingeniería; y la mejor propuesta la encontró en la Technical University of Munich (TUM), una de las instituciones más prestigiosas y competitivas en ingeniería de Europa.
El Master in Management al que fue admitida está diseñado específicamente para ingenierías y combina finanzas, gestión económica y dirección de proyectos complejos. “Buscaba un programa que no fuera un MBA genérico, sino que se adaptara a los desafíos de la ingeniería. La TUM ofrece exactamente eso”, explica.
Esta experiencia en Alemania le permitirá adentrarse en sectores poco explorados en Latinoamérica, como infraestructura ferroviaria, proyectos aeroportuarios y laboratorios científicos. Un entorno multicultural que no solo le permitirá desarrollarse de forma personal, sino también compartir lo aprendido.
Porque Dayana no pierde de vista un principio esencial: regresar lo aprendido a su país. “Lo ideal es que el conocimiento que adquirimos afuera sirva para transformar nuestra región. No se trata solo de crecer individualmente, sino de crear oportunidades para que más personas no tengan que emigrar por necesidad”, reflexiona.
A puertas de iniciar su posgrado, Dayana mira al pasado y comparte un consejo para nuestra comunidad estudiantil: no centrarse únicamente en sus notas, sino aprovechar también las oportunidades extracurriculares, electivos y programas y convenios que ofrece la PUCP. Porque en estos espacios —asegura— podrán adquirir habilidades que posiblemente van a determinar su selección para una pasantía, un trabajo o una maestría.
Su esfuerzo —junto al de su familia— para acceder a un nivel de educación que nunca antes en su hogar habían alcanzado, hoy, permiten a Dayana no solo superar ese sueño universitario, sino también construir un mejor futuro para futuras generaciones del país.