Nuestra egresada de Ingeniería Biomédica ha construido un camino que une ciencia, innovación y propósito social. Tras una pasantía en la Universidad de Oxford, fundó una startup que desarrolla soluciones con realidad virtual para capacitar a personal médico. Hoy, su compromiso con una salud más accesible la hará cursar el Master in Impact Entrepreneurship en Croacia, Lituania y Bélgica, con financiamiento de la Unión Europea.
El trayecto de Ana Lucía Manrique De La Torre Ugarte comenzó en Piura, su ciudad natal. Desde adolescente, supo que quería aportar a la salud, aunque no desde la medicina tradicional. “No me veía como doctora en un quirófano, me veía ayudando desde la ingeniería y la tecnología”, recuerda. Así fue como descubrió la entonces nueva carrera de Ingeniería Biomédica en la PUCP.
La decisión implicó mudarse sola a Lima a los 16 años, lo que significa no solo un nuevo reto académico, sino también personal. “La adaptación fue complicada: vivir sola, organizarme, lidiar con una ciudad desafiante y con una carrera exigente. Pero siempre fui independiente y estudiosa, y eso me ayudó a sobrellevarlo”, confiesa.
En la universidad, los proyectos marcaron su camino. Uno en particular —el diseño de un colposcopio digital portátil para mejorar el diagnóstico en mujeres en contextos rurales— la conectó con una vocación que hoy sigue vigente: el desarrollo de tecnologías de salud con enfoque en mujeres. Ese primer contacto con el análisis de imágenes médicas despertó en ella una pasión que la acompañaría hasta Oxford y el resto del mundo.
Con la determinación de seguir innovando en la salud, Ana Lucía postuló a la organización Research Experience for Peruvian Undergraduates (REPU), donde —tras un riguroso y largo proceso de selección— fue admitida para una pasantía de tres meses en el Oxford Centre for Magnetic Resonance en el 2024. Allí, trabajó en análisis de imágenes cardíacas por resonancia magnética, bajo la guía de un equipo internacional.
Una experiencia que renovó su visión profesional: “Fue mi primera vez en Europa. El nivel era altísimo, pero tuve mentores increíbles y aprendí muchísimo. Publicamos un paper y lo presentamos en Grecia”, relata. Más allá del laboratorio, Oxford le abrió las puertas a un ecosistema de transformación. Así nació su emprendimiento: una startup dedicada a desarrollar soluciones innovadoras —como simuladores y realidad virtual— para capacitar al personal médico en el uso de equipos hospitalarios.
“Siempre tuve la motivación de generar impacto social. Mi objetivo no es solo crear una empresa rentable, sino ofrecer soluciones que mejoren los sistemas de salud en países donde la capacitación especializada es limitada”, explica. Con el apoyo de la incubadora de la Universidad de Oxford y un equipo técnico comprometido, Ana Lucía empezó a transformar una idea en un proyecto con alcance global.
Ese espíritu innovador la motivó a postular al Master in Impact Entrepreneurship, del programa Erasmus Mundus de la Unión Europea. La beca le permitirá estudiar en Croacia, Lituania y Bélgica, además de participar en competencias internacionales, conectar con incubadoras de negocios y, sobre todo, seguir desarrollando su startup mientras obtiene cuatro grados académicos vinculados a gestión, innovación y negocios.
“Como ingeniera, necesitaba fortalecer la parte de negocios. Esta maestría no solo me permitirá seguir aprendiendo, sino también potenciar mi emprendimiento. La tesis de cada estudiante es su propia startup, así que podré crecer sin descuidarla”, afirma.
Su visión es clara: consolidar su empresa como referente global en capacitación médica, con especial interés en llevar pilotos a hospitales y universidades del Perú y de otras regiones de Latinoamérica e incluso África. “Me gustaría que, cuando un hospital piense en capacitar a su personal, piense en nosotros como primera opción”, señala.
En búsqueda de pilotos para dar marcha a su startup, Ana Lucía alienta a empresarios, dirigentes y directivos de hospitales, clínicas y universidades en Perú a contactarla para comenzar esta travesía de innovación en salud, con la garantía de trabajar junto a un equipo altamente comprometido, preparado y el reconocimiento de instituciones como Oxford y la Unión Europea.
Desde Piura hasta las mejores universidades de todo Europa, la historia de Ana Lucía refleja que la perseverancia, la innovación y la sensibilidad social pueden generar un impacto global. La Beca Erasmus Mundus no solo reconoce su talento, sino que refuerza una misión que va más allá de lo personal: transformar la salud a través de la tecnología, trazando un legado real en la vida de miles de personas.