Nuestro egresado de Ingeniería Mecánica comenzará un nuevo episodio académico en la Technische Universität München (TUM), institución líder en ingeniería de Alemania y Europa. Gracias a su pasión por el diseño y la innovación, buscará responder a grandes retos globales de la industria y sociedad mediante la mecánica computacional.
Desde muy joven, Raphi Acosta Cáceres quería entender cómo funcionaba el mundo. Esa curiosidad lo llevó a elegir Ingeniería Mecánica en la PUCP, una carrera que —como él mismo describe— llega “al corazón de las máquinas”. Lo que inició como simples preguntas sobre engranajes y motores se convirtió en una formación que lo preparó para afrontar casi cualquier industria: energía, transporte, minería, agricultura.
Pero además de la teoría, fueron las experiencias las que llenaron de propósito su formación universitaria. Una de las más decisivas, comparte, fue su periodo de prácticas en el Grupo de Apoyo al Sector Rural PUCP. Allí, la ingeniería dejó de ser cálculos y fórmulas: se volvió una herramienta para transformar realidades.
Con entusiasmo, recuerda que trabajó en la mejora de colectores solares en el altiplano, diseñó domos con energía solar para estudiantes, y, sobre todo, pudo ver cómo la tecnología mejoraba la vida de las personas. “Ese momento, le dio sentido a todo lo que había aprendido en las aulas”, recuerda.
Al empezar su carrera profesional, Raphi se enfocó en energías renovables. Sin embargo, procuró seguir vinculado al diseño de máquinas: los fines de semana los dedicaba a proyectos personales para experimentar y crear. Así, su deseo por optimizar soluciones lo condujo a apoyarse en las computadoras: “Con ellas, podemos hacer cálculos más rápidos y precisos. Tienen mayor potencia y velocidad que nosotros”, explica.
Ese interés impulsó su decisión de postular a la maestría en Mecánica Computacional de la TUM. No fue un salto improvisado: eligió Alemania por ser la cuna de la ingeniería mecánica moderna y la TUM —por encima de otras a las que había aplicado— porque es la número uno en dicho país, tanto por su avanzada tecnología como por su prestigio.
Durante su maestría, Raphi aprenderá a realizar simulaciones para resolver problemas complejos en ingeniería. La mecánica computacional, en palabras simples, permite probar ideas antes de llevarlas al mundo real, con un nivel de precisión y rapidez que sería imposible de lograr únicamente con cálculos tradicionales.
Las aplicaciones son enormes: desde diseñar piezas seguras para automóviles hasta pensar cómo podríamos construir viviendas en Marte o tecnologías que absorban CO₂ de la atmósfera. “Es una herramienta poderosa para enfrentar los grandes retos de la humanidad”, asegura.
Consciente de la exigencia del reto que inicia, Raphi decidió dedicar todo su tiempo a la maestría. Adaptarse a una nueva cultura y asumir un programa tan demandante es, para él, como empezar una nueva vida. A mediano plazo, sueña con integrarse a la industria automotriz en Europa y, en el futuro, aplicar lo aprendido para seguir creando soluciones que impacten en la industria y sociedad.
Como egresado y miembro de nuestra comunidad, Raphi invita a todos sus compañeros a jamás temer a pensar en grande. “Los retos más difíciles que enfrenté fueron en la universidad, no en el mundo laboral. Estudiar en la PUCP te da la capacidad para competir en cualquier parte del mundo”, afirma.
Recuerda que, al mirar alrededor, encuentra a varios compañeros en universidades de prestigio global, desde Johns Hopkins hasta el Imperial College London. Eso refuerza su convicción de que los ingenieros PUCP tienen las herramientas para destacar no solo a nivel nacional, sino también en el extranjero.
Por eso, insiste: “Tengan temor a no postular, no de hacerlo”. Recordando sus años en nuestra universidad, agradece a sus profesores de Ingeniería Mecánica y de Estudios Generales Ciencias: “Su dedicación marcó la diferencia en mi formación. Sin ellos, la especialidad no sería lo que es”.
La historia de Raphi Acosta representa el perfil de profesionales que conforman a la PUCP: apasionados y convencidos del poder innovador de su carrera. Próximamente, desde Alemania, se prepara para diseñar soluciones que respondan a los grandes desafíos de nuestra era moderna.