Tecnología que salva vidas: estudiantes de Biomédica obtienen reconocimiento en Johns Hopkins Healthcare Design Competition 2025

12/05/2025

Con una propuesta nacida en las aulas de Ingeniería Biomédica, un equipo de estudiantes PUCP obtuvo el segundo lugar en la categoría Digital Health de la prestigiosa Johns Hopkins Healthcare Design Competition 2025. Se trata del primer reconocimiento de este nivel para un proyecto peruano en este evento que reúne cada año a los equipos universitarios más destacados del mundo.

La competencia, organizada por el Johns Hopkins Center for Bioengineering Innovation & Design (JHU-CBID), recibió en esta edición más de 440 propuestas de 200 universidades provenientes de 44 países. Los alumnos de pregrado PUCP destacaron por su innovación, impacto social y potencial de escalabilidad contra equipos de maestría y doctorados de otras universidades a nivel mundial.

El equipo está conformado por Ana Angulo, Nicole Unsihuay, Erick Valdivia, Franco Rozas y José Otoya, todos estudiantes de Ingeniería Biomédica. Contaron además con el apoyo de José Timaná, quien los asesoró desde el inicio, y del docente Stefano Romero, del curso de Biodiseño, donde nació la idea.

Los estudiantes presentaron EcoAssist, una plataforma basada en inteligencia artificial diseñada para asistir a personal de salud no especializado en la realización de ecografías hepáticas y renales en zonas rurales. A través de una aplicación que se conecta al ecógrafo y se ejecuta en laptop o tablet, el sistema guía en tiempo real al usuario, coloreando los órganos de interés y asegurando una captura de imágenes adecuada para diagnóstico remoto por parte de radiólogos.

“El problema en las zonas rurales no es que no haya ecógrafos, sino que no hay personal capacitado para usarlos. Nosotros queremos que una enfermera, técnico o médico general pueda tomar la imagen correcta, que sea útil para el diagnóstico”, explica Ana Angulo, una de las integrantes del equipo.

Una de las experiencias clave que permitió al equipo orientar mejor su propuesta para el concurso fue la visita al Hospital VidaWasi, en Urubamba, Cusco, realizada en el marco del curso de Biodiseño. Esta actividad se llevó a cabo junto con otros dos equipos del curso, y permitió desarrollar una prueba de concepto en un entorno real. Durante la visita, los estudiantes pudieron observar de cerca el contexto rural y las limitaciones en el acceso al diagnóstico por imágenes. “Poder estar en el lugar y conocer cómo se brinda la atención, qué tipo de equipos se utilizan y cuáles son las principales barreras, nos permitió alinear mejor la propuesta con las necesidades reales del entorno”, explica Erick Valdivia, responsable de la segmentación de órganos.

El desarrollo del proyecto se realizó desde diversos ángulos. Mientras algunos integrantes se enfocaron en entrenar la inteligencia artificial con imágenes ecográficas reales, otros trabajaron en el diseño de la interfaz, la programación, la segmentación y hasta en la creación de un “phantom” (simulador biológico) para las pruebas iniciales.

Con el premio económico recibido, el equipo ahora planea realizar un estudio piloto con personas reales, validando la herramienta con datos peruanos y diversos ecógrafos “Queremos que esta herramienta funcione con los ecógrafos reales que usan en el país, no con modelos ideales de laboratorio. Por eso ya enviamos una solicitud al comité de ética y esperamos empezar las pruebas pronto”, explican.

Los integrantes de EcoAssist no dudan en invitar a más estudiantes a postular a este tipo de competencias: “No éramos expertos en inteligencia artificial cuando empezamos. Todo lo aprendimos en el camino. Si tienes una buena idea, un equipo comprometido y ganas de resolver un problema real, puedes lograrlo. Lo importante es no quedarse con el proyecto solo como una nota del curso. Aprovechen las oportunidades, lancen su idea, aprendan de los demás. La universidad es el momento perfecto para hacerlo.”

Finalmente, el equipo agradece profundamente a José Timaná por su mentoría constante, al hospital VidaWasi por permitirles validar su tecnología en condiciones reales, y a todos los docentes que los impulsaron a seguir desarrollando el proyecto más allá del aula. También expresan su gratitud a la Facultad de Ciencias e Ingeniería por brindar el respaldo académico que les permitió crecer como profesionales y como equipo.