Alumnas de ingeniería industrial destacan en Business Strategy Game

05/09/2022

Las alumnas Kattya Pantoja, Astrid Llerena y Adriana Ángeles, de Ingeniería Industrial, participaron del “Business Strategy Game” de la Universidad de Lima y obtuvieron el primer lugar en el  segundo simulador, siendo reconocidas como Industry Champion. Este curso consta de dos simuladores y, en el segundo de estos, las alumnas de nuestra Facultad destacaron por su desempeño sobre el resto de participantes. Fueron reconocidas con un certificado de parte de la compañía del simulador y la oportunidad de participar en simuladores futuros. Adriana Ángeles y Astrid Llerena nos cuentan sus motivaciones y participación en la siguiente entrevista.

¿Por qué decidieron llevar el curso de Juegos de Negocios en la Universidad de Lima?

Adriana A.: Yo quería llevar cursos que salieran del típico perfil de estudiante de ingeniería industrial. Tenía que diversificar los conceptos que he aprendido. En otra oportunidad llevé un curso en la Universidad del Pacífico sobre marketing, ya que en mi carrera no abundan las materias de esta clase. En este sentido, quería llevar Juegos de negocios para poner a prueba todos los conocimientos que ya había adquirido en estos años de formación universitaria. Leí la descripción del curso, me llamó la atención y me anoté.

Astrid Ll.: Decidí llevarlo porque quería probar mi habilidad de tomar decisiones rápidas en el simulador. Haber llevado el curso me ha ayudado bastante, sobre todo, ahora en el ámbito profesional.

¿Cómo es la dinámica de los simuladores?

Adriana A.: El curso está compuesto por dos simuladores. En el primero fuimos tres integrantes: nosotras dos y un compañero de la Universidad de Lima. Este simulador era sobre una empresa nacional. Tenía tres subdivisiones dentro del país y era una empresa de cereales. Veíamos los temas de logística y finanzas.

Nos ayudó a tomar decisiones rápidamente porque un mes duraba veinte minutos. Entonces, las acciones subían, bajaban y había que decidir. Junto con Astrid supervisábamos el stock porque se acababa y había que comprar nuevos ingredientes. Por eso, teníamos que decidir qué hacer rápidamente.

Astrid Ll.: El segundo simulador era una empresa internacional. Debíamos ver todos los aspectos que conciernen a una empresa: finanzas, logística, producción, mantenimiento, recursos humanos, responsabilidad social, marketing y un montón de variables que jugar. De acuerdocon tus decisiones el valor de la empresa aumentaba o disminuía. Este valor no estaba solo vinculado la empresa en sí, sino, además, al valor del mercado en general. Entonces, debías ponderar todas estas variables y decidir.

Adriana A.: Lo bueno de este segundo simulador fue que el grupo era solo de tres personas y la profesora podía generar un tipo de contexto. Por ejemplo, en los años quince y dieciséis hubo crisis de importación para el continente de Asia. Entonces debíamos pensar en qué estrategia para la compañía. Como era internacional solo teníamos dos plantas: una en Norteamérica y otra en Asia. Debíamos cubrir los cuatro continentes, por lo que nuestras decisiones debían ir enfocadas a ese objetivo.

Este simulador constaba de diez rounds. Además, de cumplir con los requisitos de los gerentes, debíamos posicionarnos en el primer puesto porque, desde el inicio, queríamos ganar el concurso. Esa fue siempre nuestra meta. A pesar de haber comenzado en octavo puesto logramos subir hasta el primero y mantenernos.

¿Cómo fue su dinámica de trabajo?

Astrid Ll.: Antes teníamos reuniones en las que analizábamos cómo era el contexto y, según eso, íbamos simulando cómo sería nuestra estrategia, si subíamos o no el precio en algún tipo de producto, a qué mercado, a qué almacén, etc.

Entonces, allí veíamos nuestra estrategia y la que veíamos que iba a funcionar era la que aplicábamos en la clase. Eso lo hacíamos debido al mismo poco tiempo que teníamos durante las sesiones. Eran solo veinte minutos para ver la estrategia y corría el simulador. Muchas veces, en ese tiempo, no llegábamos a abarcar todos los aspectos que queríamos ver por eso nos reuníamos antes.

Adriana A.: En el primer simulador no podíamos reunirnos porque la actividad era en el mismo momento, pero, para este segundo, como nuestra meta era conseguir el premio, nos reuníamos y revisábamos el compendio de las estrategias de los demás grupos para saber qué hacían y encontrar nuestro océano azul.

Por ello, aumentábamos la calidad de un producto para un continente o lo bajábamos para otro. Utilizábamos diferentes estrategias de marketing. Es más, se podía contratar a celebridades y debíamos cuál nos convenía más para nuestro propósito. Como dice Astrid, evaluábamos todas nuestras oportunidades y la implementábamos. Cuando corría el simulador, al final, arrojaba un puesto y, generalmente, quedábamos segundo, pero, a partir del quinto round, quedábamos siempre en primer puesto.

¿Consideran que les sirvió su formación en la PUCP?

Adriana A.: Lo que aprendimos dentro de la Católica nos ayudó mucho. Al principio, teníamos miedo de no ganar porque el curso era en otra universidad y no conocíamos la dinámica.

Astrid Ll.: Competíamos con alumnos que veían netamente esos temas, entonces, ese era el reto para nosotras.

Adriana A.: Exactamente. A veces, la profesora decía: “”Ya vieron este tema en su clase de Comercio Internacional”” y nosotras no habíamos llevado esa clase, por lo que no conocíamos esas prácticas. Entonces, nos tocaba repasar los conceptos que nos enseñan en la PUCP y, aunque no sabíamos exactamente el nombre de las tácticas, las implementábamos porque ya las habíamos aprendido en la universidad.

Para aplicar las técnicas debíamos usar la lógica que ya habíamos aprendido. Eso fue de gran ayuda. Nos gustó mucho ganar en otra casa de estudios formando un grupo netamente de alumnos de la PUCP. Ese fue un orgullo para nosotras.

¿Qué tan valiosa ha sido esta experiencia para cada una de ustedes?

Astrid Ll.: Para mí, como comentaba, me ayudó mucho en la toma rápida de decisiones. De esta manera pude ver todos los ámbitos que involucra una empresa. No solamente en un área, como ocurre cuando uno trabaja en una, sino entender cómo repercuten las acciones de un puesto en toda la empresa y en el valor de la mismo. Al final es esto lo que más les importa a los accionistas.

Adriana A.: A mí me ayudó a tomar decisiones demasiado rápido y a liderar a un grupo porque, a pesar de que nosotras teníamos exposiciones asignadas, debíamos llegar a un consenso y fundamentar las razones por las que tomábamos ciertas decisiones. Por otro lado, me sirvió para ganar confianza frente a un jurado, por ejemplo.

La profesora siempre nos trató como si fuésemos parte de una junta directiva. Incluso en la exposición nos dijo: “”Yo no soy su profesora, sino su inversionista y deben decirme qué han hecho para que la empresa llegue al primer puesto””. Debíamos fundamentar con conceptos teóricos y, como había alumnos de otras universidades, me ayudó a medirme con ellos.

¿Cuáles son sus áreas de interés dentro de la carrera de ingeniería industrial?

Astrid Ll.: Mi área de interés está enfocada a logística. He tenido una experiencia de prácticas en esa área y me veo trabajando en un futuro allí.

Adriana A.: Mi área de interés es el área de marketing. Por ahora estoy llevando cursos fuera de la universidad y aprovechando los que puedo llevar gracias al consorcio de universidades. Asimismo, me llama la atención la parte de gerencia, tomar decisiones en finanzas. Me falta un electivo y lo quiero llevar en uno de estos rubros para definirme. No obstante, con los conocimientos que he recibido de la universidad, me podré desempeñar en cualquier posición de cualquier trabajo.

¿Cuáles son sus objetivos a mediano o largo plazo?

Astrid Ll.: Mi meta a corto plazo es egresar. A mediano plazo sería trabajar en mi área de interés: supply. Posteriormente, me gustaría llevar cursos más especializados, quizá una maestría que me ayude a aumentar todo el conocimiento que le ha brindado la PUCP en el apartado de supply.

Adriana A.: Yo planeo trabajar en el rubro de marketing y, después de tener algo de experiencia, cursar algún MBA en esa especialidad. Asimismo, me gustaría emprender más adelante. Precisamente, estoy llevando el curso de Desarrollo emprendedor en la PUCP y eso me da una visión para hacerlo a futuro.

¿Cuál sería su mensaje para sus compañeros de la PUCP?

Astrid Ll.: Los animaría a participar en los cursos del consorcio porque no solo se llevan en otra universidad, sino que aprenden de otras casas de estudio pudiendo complementar sus conocimientos. Además, conoces a varias personas y eso amplía tu red de contactos. Siento que a nosotras nos ha beneficiado en eso y, sobre todo, demostrar todo lo que hemos aprendido en la Cato en concursos como este.

Adriana A.: Invito a todos a aprovechar todas las facilidades que la universidad nos da. Por ejemplo, llevar un curso dentro del consorcio les abrirá las puertas a nuevas oportunidades y a tener una nueva perspectiva. Al llevar cursos en otra casa de estudios asimilas otra óptica de la casa de estudios en la que estás y eso te forma respecto a nuestros propios interese.

Además, los animo a retarse a no solo llevar cursos de la propia carrera, sino, también, de otras porque les ayudará. Por ejemplo, en mis primeros años llevé un electivo de Derecho y me ayudó a tener una nueva perspectiva acerca de la parte legal de las empresas. Asimismo, llevé otro curso de Marketing en la Universidad el Pacífico y aquello me ayudó a entender al cliente. Esos pequeños conocimientos nos van a ayudar a futuro.

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