En esta edición 2015 del Salón Internacional de Invenciones de Ginebra, se premió al Dr. Javier Nakamatsu, coordinador de la sección Química, con la medalla de oro gracias al desarrollo de un método para obtener bisfenol- A a partir de desechos de policarbonato, proyecto que desarrolló con el Lic. Bruno Ortiz, egresado de nuestra Facultad; asimismo, el Dr. Eduardo Ísmodes y el Ing. Óscar Melgarejo, profesores del Departamento de Ingeniería, fueron reconocidos con la presea plateada gracias a su transformador bifásico tipo tambor.
En su edición número 43, el prestigioso Salón Internacional de Invenciones de Ginebra, feria de invención de mayor relevancia a nivel mundial, recibió a investigadores de la PUCP para que estos presentasen sus proyectos y sean evaluados ante un jurado. En esta edición 2015, destacados investigadores de la Facultad de Ciencias e Ingeniería recibieron una medalla de plata y una de oro en el Salón de Ginebra. Los logros corresponden, por un lado, al Dr. Javier Nakamatsu, coordinador de la sección Química, quien obtuvo la medalla de oro gracias al desarrollo de un método para obtener bisfenol-A a partir de desechos de policarbonato, proyecto que desarrolló con el Lic. Bruno Ortiz, egresado de nuestra casa de estudios; asimismo, el Dr. Eduardo Ísmodes y el Ing. Óscar Melgarejo, profesores del Departamento de Ingeniería, fueron reconocidos con la presea plateada gracias a su transformador bifásico tipo tambor. Ambos proyectos demuestran, en diferentes áreas de la tecnología, la innovación que se logra a través del trabajo aplicado y la obtención de productos tangibles a través de la investigación. La Facultad de Ciencias e Ingeniería de la PUCP logra, de esta manera, posicionarse como uno de los lugares de patentes e invenciones con mayor importancia a nivel nacional y global.
Cabe mencionar que estos proyectos son un esfuerzo colectivo de distintas entidades de la PUCP. Tanto el Vicerrectorado de Investigación (VRI) como la Oficina de Propiedad Intelectual (OPI), así como la Dirección de Gestión de la Investigación (DGI) y los distintos laboratorios y especialidades, han sumado esfuerzos para colaborar con el desarrollo de estas propuestas. Impulsar la investigación a través del patrocinio institucional es una manera de alcanzar nuevos horizontes, los cuales finalmente llevan a estos reconocimientos tan significativos. El Dr. Eduardo Ísmodes comenta sobre la experiencia en Suiza: “Creo que lo ocurrido abre camino para que otros inventores de la Universidad lo repliquen y aprendan”. Esperamos que, para el próximo Salón de Invenciones y en cualquier evento de relevancia, nuevos proyectos e ideas logren el mismo merecido reconocimiento.