GIDEMS PUCP desarrolla ventilador para mejorar atención neonatal en zonas rurales

15/10/2024

Agitado y cargando a su esposa que está a punto de dar a luz, llega un campesino al centro de salud de Santo Domingo, una pequeña localidad en el norte de Piura. Solo están disponibles dos médicos jóvenes y un grupo de técnicos. La mujer se retuerce de dolor mientras intentan ayudarla. Un tacto rápido revela lo peor: el bebé no puede salir de manera natural. El perímetro cefálico es demasiado grande y el canal de parto, demasiado estrecho.

— No va a nacer de forma natural —sentencia el médico con resignación.

Sin equipos adecuados ni posibilidad de realizar una cesárea en ese lugar tan apartado, la única solución es un traslado de emergencia a Piura. Pero el campesino, mirando a los médicos, sentencia:

— No tengo dinero, no conozco Piura —El silencio que sigue es perturbador.

—Si ustedes no lo resuelven, lo hará una partera… pero, si volvemos, ella puede morir— concluye con desesperación.

En ese contexto, y ante la falta de opciones, los médicos toman una decisión audaz: realizar una cesárea con los pocos recursos que tienen. Minutos después, el bebé nace, pero con complicaciones respiratorias que requieren de un equipo adecuado para ventilar al recién nacido. El esfuerzo para salvar su vida se convierte en una carrera contra el tiempo, una que no pudieron ganar.

Bruno Castillón, director del Grupo de Investigación y Desarrollo de Equipos Médicos y Sistemas (GIDEMS) de la PUCP, fue testigo de esta trágica situación. Es esta la que conllevó a que sus más de 30 años de trayectoria lo impulsaran a desarrollar un dispositivo de ventilación neonatal destinado a mejorar las condiciones de atención en las zonas rurales más vulnerables del país. Para ello, trabajo con Aldo Hernández, Hebert Román, Luis Enciso, Roberto Rubio y Willian Valladares, coautores del dispositivo.

Esta no es la primera vez que Bruno Castillón desarrolla un equipo médico para mejorar la calidad de atención en los neonatos. La Burbuja Artificial Neonatal, desarrollada por él y un equipo de investigadores, fue reconocida por el Foro Económico Mundial como uno de los 11 mejores inventos de América Latina en 2016.

MINIVENT, un dispositivo especializado en atención neonatal

Este innovador dispositivo, sencillo de operar, pero altamente preciso, surge como una respuesta ante la falta de equipos médicos especializados en lugares alejados, donde los pacientes enfrentan graves riesgos debido a la falta de infraestructura y tecnología adecuada. “El problema es que los equipos actuales no permiten una ventilación precisa para bebés en situaciones críticas, como la que presencié en Santo Domingo. Los médicos y técnicos no tienen la capacidad de atender casos complejos con las herramientas disponibles, y eso aumenta el riesgo de mortalidad”, explicó Castillón.

El equipo se destaca por su capacidad de ajuste, lo que lo convierte en una solución ideal para personal no especializado en zonas remotas. Según el magíster en Ingeniería Biomédica, su implementación en el sistema de salud peruano podría reducir significativamente las tasas de mortalidad infantil, especialmente en las áreas rurales. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en 2021, esta cifra fue de 8.3 por cada 1,000 nacidos vivos, lo que representa un número significativo de fallecimientos de recién nacidos dentro de los primeros 28 días de vida.

Además de su funcionalidad, el dispositivo cuenta con un indicador de presión que permite ajustar con precisión la ventilación de los neonatos. “No es solo un desarrollo tecnológico, es una oportunidad para cambiar realidades en nuestro país.”, añadió Castillón.

Actualmente, el proyecto ha realizado ensayos preclínicos y se encuentra en etapa de evaluación por autoridades de salud, mientras Castillón continúa impulsando su adopción a nivel nacional e internacional. Este dispositivo, que ha demostrado ser más efectivo que otros en el mercado, podría ser la respuesta que el país necesita para enfrentar deficiencias de salud en las zonas más remotas. “Los médicos de zonas como Santo Domingo podrían salvar vidas sin necesidad de trasladar a los pacientes a la capital. Es un avance vital para quienes no tienen acceso inmediato a hospitales especializados”, señaló Castillón.