Robot JARI PUCP obtuvo segundo puesto en la ICSR 2016

08/11/2016

Conversamos con Danna Arias, estudiante de la especialidad de Ingeniería Mecatrónica, y con Diego Quiroz, egresado de la misma, sobre su participación en la Design Competition de la International Conference on Social Robotics ICSR 2016, en la que presentaron el proyecto JARI (Joint Attention through Robotic Interaction), el cual obtuvo el segundo lugar en la categoría  Best Design Robot del rubro Innovation in S/W and Interaction Modalities. Además, completan el equipo: Ericka Madrid, coordinadora de la especialidad de Ingeniería Mecatrónica, Marlene Bustamante, de Diseño Industrial, Marilia Baquerizo, de la especialidad de Psicología, especialista en autismo, y Miguel Moscoso, terapista ocupacional.

Sobre el Design Competition del International Conference on Social Robotics ICSR 2016.

Diego: ICSR es una de las conferencias más prestigiosas de robótica social a nivel mundial, la cual junta a investigadores y profesionales que trabajan en el campo de la  interacción entre humanos y robots, así como la integración de tecnologías robóticas a nuestra sociedad. Junto con esta conferencia, se realiza una de las actividades más importantes: la competencia de diseño de robots. Este concurso de diseño tiene como objetivo incentivar y alentar a investigadores, de varias disciplinas, a crear soluciones robóticas a problemas actuales, así como imaginar las tecnologías que se usarán en el futuro. A diferencia de otras competencias de diseño, esta competencia es evaluada por expertos a nivel mundial en áreas como ingeniería, psicología y sociología. Debido a la exigencia de esta competencia, no solo se evalúan conceptos, sino, también, propuestas factibles que tengan potencial para generar un impacto social.

 ¿De qué trata el proyecto JARI?

Danna: JARI es uno de los productos del proyecto Co-creando AspTec, dirigido por la coordinadora, Ericka Patricia Madrid Ruiz. El prototipo funcional que presentamos este año ha sido desarrollado con un equipo interdisciplinario de las especialidades de Ingeniería Mecatrónica, Psicología, Diseño Industrial y del área de terapia y rehabilitación. Por lo tanto, no solo es un prototipo, es el inicio de una línea de investigación en Robótica y Autismo del grupo GIRAB (Grupo de investigación en robótica aplicada y biomecánica), lo que nos posiciona en la vanguardia, a nivel Latinoamérica, por tecnología, metodología y temática inclusiva.

 ¿Qué tipo de software y hardware se implementó en el proceso constructivo de JARI?

Diego: la estructura de JARI fue desarrollada, en su totalidad, empleando impresión 3D, además, contiene elementos de diferentes texturas, como felpa y silicona, debido a los requerimientos sensoriales de los niños de condición espectro autista (CEA). Internamente, cuenta con estructuras de soporte para todos los componentes electrónicos y mecanismos que le permiten desplazarse y mover la cabeza libremente en tres grados de libertad. Cuenta con un total de cinco motores para realizar los movimientos y diversos sensores -de tacto, sonido, color, distancia- , cuya información es empleada por JARI, que reciben estímulos provenientes del niño de CEA. También, posee luces LED y una pantalla que le permite mostrar emociones básicas a los niños. El sistema es alimentado con baterías internas y permite que se recargue por medio de una conexión USB, al igual que un dispositivo móvil.

¿Qué tipo de necesidades de la población satisface?

Diego: JARI es un mediador social que trabaja el tema de atención conjunta en niños de CEA reforzando la interacción niño -padre y niño- terapeuta. En terapias convencionales, esta característica es una de las que más se trabaja con niños de CEA debido a su importancia en interacciones sociales, en particular, si se desarrolla en temprana edad. Sin embargo, los ejercicios realizados para desarrollar esta característica solo se realizan durante las sesiones de terapia, por lo general, un par de horas semanales. JARI permite que los padres puedan reforzar dichas actividades en casa y que el terapeuta realice un mejor seguimiento a las intervenciones realizadas.

Danna: la plataforma que hemos implementado es bastante flexible, en la medida que se trabajó desde la premisa de “Interacción Humano-Robot”, así, vimos temas como la empatía, percepción del usuario, tipo de movilidad, contexto de uso, entre otros. Por lo tanto, JARI puede ser usado para desarrollar otro tipo de habilidades, ya que la apariencia aporta mucho en la aceptación del usuario. Las funciones implementadas para esta competencia fueron: el movimiento de los motores en tres grados de libertad, con cierta similitud al de una rótula, desplazamiento dirigido, lectura de sensores, muestra de imágenes, sistema de recarga integrado y sonido.

¿Qué crees que diferencia a JARI de los demás proyectos?

Danna: se diferencia en lo técnico y en el diseño, consideramos variables que fueron implementadas luego de conversar con los padres de los niños y los especialistas. Las diferencias son claras con los otros robots en las temáticas que se abordaron y la forma en la que fuimos resolviendo los requerimientos. Nuestro prototipo es una propuesta que va más allá de un concurso, es un compromiso con las personas de la comunidad espectro autista. Al inicio, el uso de la tecnología era un pretexto para llamar la atención hacia esta condición; sin embargo, en el transcurso del proyecto, nos fuimos dando cuenta de la importancia de la robótica en este campo. Actualmente, el objetivo del grupo Co-creando AspTec y GIRAB es desarrollar tecnología inclusiva.

Sobre la experiencia de participar en un evento internacional con un grupo multidisciplinario.

Danna: desde el inicio del proyecto, teníamos como objetivo vincular la tecnología con la difusión de la condición espectro autista y encontrar propuestas, desde la ingeniería, que mejoren la integración de la comunidad EA a la sociedad. Cuando fuimos seleccionados, una de las limitaciones que encontramos fue conseguir el financiamiento necesario para que los miembros del grupo pudieran viajar; sin embargo, gracias a la Facultad de Ciencias e Ingeniería, la profesora Ericka Madrid pudo viajar en representación nuestra.

El trabajo interdisciplinario fue muy enriquecedor. Aún más, con los vínculos que se obtuvieron como parte del proyecto. En una propuesta de este tipo, no solo puedes proponer soluciones desde tu experiencia, sino que te exige ser creativo e investigar para aprender, en períodos breves, lo que quizás no tengas como una habilidad  técnica. En el  trabajo de robótica social, es necesario hacer la búsqueda del estado del arte, una selección de componentes pertinentes con el mercado local, analizar la complejidad mecánica, electrónica y vincular todo ello a la programación.